Los pajares, son espacios generalmente abiertos en su fachada sur para facilitar el secado de la paja y así evitar también enfermedades al ganado. Por el contrario, las fachadas norte son muros de piedra con pocas aberturas, para proteger el espacio de los fuertes vientos e inviernos fríos que caracterizan el clima de esta zona. En este caso, nos encontrábamos ante un valioso ejemplo de este tipo de construcción tradicional. Toda una lección de sostenibilidad y sabiduría.

El proyecto tiene valores añadidos como son la incorporación de tecnologías que nos ayudan a disminuir el consumo energético, como la iluminación con Led o un sistema domótico para activar y desactivar el sistema de calefacción de radiadores de bajo consumo, mediante una simple llamada de móvil, hacen de la vivienda un espacio confortable para pasar unos días de desconexión y relax.